2_mitades
Con sólo mirar alrededor, uno puede darse cuenta de que todo tiene su otra mitad. Unas gafas por ejemplo, estarían incompletas, y el corazón cesaría de ejercer su doble función en caso de que le faltara una de sus dos partes.
Cuenta Platón en Fedro y El Banquete el mito de un ser doble, que debido a su gran fuerza e inteligencia representaba una amenaza para los dioses. Por esta razón Zeus lo dividió y desde entonces, las mitades separadas, andan en busca de su mitad complementaria.
¿Será ese el caso de uno?
Hay quienes creen que los hilos los teje el destino, pero a otros, nos gusta pensar que en alguna medida se nos permite decidir lo que queremos, dependiendo del momento y del lugar. Lo llamamos voluntad y la ejercemos.
Sin embargo, a nosotros, con ser pacientes y diligentes no nos basta, porque suponiendo que llegado el momento de encontrar nuestra otra mitad, siempre cabe la pregunta de si esa otra parte también piensa en uno.
Cuenta Platón en Fedro y El Banquete el mito de un ser doble, que debido a su gran fuerza e inteligencia representaba una amenaza para los dioses. Por esta razón Zeus lo dividió y desde entonces, las mitades separadas, andan en busca de su mitad complementaria.
¿Será ese el caso de uno?
Hay quienes creen que los hilos los teje el destino, pero a otros, nos gusta pensar que en alguna medida se nos permite decidir lo que queremos, dependiendo del momento y del lugar. Lo llamamos voluntad y la ejercemos.
Sin embargo, a nosotros, con ser pacientes y diligentes no nos basta, porque suponiendo que llegado el momento de encontrar nuestra otra mitad, siempre cabe la pregunta de si esa otra parte también piensa en uno.
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