viernes, diciembre 30, 2005

reflexión cotidiana#1

Días como hoy ha habido muchos.
Son días en los que uno quiere empezar, cuando en realidad todo se está acabando.
Pero hay que plantearse qué le conviene a uno.
Dejarse llevar es siempre una buena salida y se justifica como terapia.
Ponerse con ello otra posibilidad es.
Lo que uno haga, será eso que uno habrá adelantado.
Y, ¿porqué tendrá que decidirlo siempre uno?
A veces uno se cansa de decidir.
Pero intuyo que cansa más no poder hacerlo.