[T1]Lynn Schwab

El taller duró tres días y las sesiones estuvieron divididas en dos partes.
La primera consistió en trabajo técnico al puro estilo de Steve Condos: vocabulario imprescindible para cualquiera que quiera mejorar su técnica, pero aburrido para los que incluimos sus rutinas en nuestro entrenamiento regular. A tiempo, a doble tiempo, combinándolos, sustutuyendo los silencios con palmas. La verdad es que nunca viene mal ver a otro ejecutarlas, porque cada secuencia está llena de pequeños matices que tienen relación directa con el ritmo propio que tiene cada uno.
Dijo mucho sin hablar demasiado y relacionó el silencio con el vacío. El silencio entre pulsación y pulsación, el vacío en las articulaciones. Yo visualicé el ritmo como un bloque macizo esculpido con silencio.
Introdujo a Leon Collins, coreógrafo de la rutina que nos pasó en la segunda parte de las sesiones. Sencilla y hermosa. Tres bloques técnicamente asequibles y rítmicamente complementarios. Complejos de ejecutar porque estan llenos de sabor, pero también llenos de espacio.
Cuando ví a Lynn hacerlos por primera vez se me pusieron los pelos de punta y no pude evitar pensar en el momento en el que Josh Hilberman nos mostró por primera vez el Soft Shoe que nos iba a enseñar -y que yo no pude retener- el verano pasado en Finlandia. [Josh, I hope to have the oportunity to hang out with you soon, and that you can show me how to do that Satin Doll again]. Debo decir que tanto Joe Stirling -el maestro de Josh- como Leon Collins, bailaron -no sé si juntos, aunque lo dudo- en Vaudeville durante la década de los treinta.
El taller se terminó ayer y me he quedado satisfecho. A veces pienso que me gustaría haber aprendido más -la coreografía original tiene catorce bloques- pero así retengo estos pasitos y ahorro materia gris, porque con todo lo que a uno le queda por aprender...
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