jueves, abril 13, 2006

setenta y ocho

Hoy empiezan las vacaciones de Semana Santa y yo he decidido, voluntariamente, quedarme aquí para coger impulso en la recta final. El primer plazo fue el tres de marzo, y me lo salté. El siguiente el cinco de mayo y a estas alturas está claro que no llegaré. Sólo me queda el treinta de junio si quiero que todo esto acabe antes de las vacaciones verano.
Le he dado vueltas a la posibilidad de olvidarme de los plazos y tomarme el tiempo que necesite para terminar con todo esto, pero parece ser que así podría seguir indefinidamente y no es plan.Uno tiene que establecer prioridades y ahora mismo, la mía, es concluir esta empresa y embarcarme en el proyecto de otra vida, la vida real.
En los setenta y ocho días restantes dirigiré -qué onomatopéyico mantra me se ha ocurrido: dirigiré'dirigiré'dirigiré- toda mi energía en acabar con esto de la mejor manera posible. Lo importante entonces no será cómo: el objetivo principal es llegar al final.