a toda velocidad
Hay ocasiones en las que eyacular a toda velocidad, a pesar de lo que cualquiera pueda pensar, no es síntoma de padecer eyaculación precoz. A veces, más bien, tiene que ver con el lugar en el que uno se masturba.
Es el caso de estos jóvenes solteros que se reunieron la otra noche para celebrar el comienzo de la primavera.
Estaban todos con las hormonas revolucionadas –efecto generalizado sobre la mayoría de la población durante los cambios de estación, y en ellos: un estado permanente- y como consecuencia, durante la velada, no se habló de otra cosa que no tuviera que ver con la gula o la lujuria.
Después del café y los postres (y unas cuantas litronas de cerveza) se concursó por encontrar el lugar más insólito en el que alguien puede hacerse una paja. A juzgar por los resultados, quedó en evidencia que a los hombres nos encanta la velocidad.
El tercer puesto fue para el que confesó habérsela meneado en los baños de un tren de alta velocidad entre Madrid y Sevilla a 175 kilómetros por hora. Cuando le llegó su turno en la cola de los baños, el susodicho entró, se bajó los pantalones y pim'pam/pim'pam mientras que el paisaje andaluz se desdibujaba a través de la ventana.
Yo ocupé el segundo lugar con una velocidad de crucero de 960 kilómetros por hora en un Boeing 727. El triunfo se lo debo a que mi historia no tuvo lugar en el baño, sino debajo de una manta de cuadros de esas que le dan a uno las azafatas.
El ganador triunfó por unanimidad y aunque la velocidad de su hazaña la desconocemos, es sin duda alguna el más osado de todos. Aquella noche, mi amigo, aquel que parece sacado de una de esas películas en blanco y negro, nos confesó a todos los ahí presentes, su extraño hábito de sacudírsela en el ascensor del edificio en el que vive. Así como lo oyen. Decía que tenía que ser rápido hasta de reflejos, pero que entre eso y el espejo de cuerpo entero, lo encontraba de lo más divertido.
Es el caso de estos jóvenes solteros que se reunieron la otra noche para celebrar el comienzo de la primavera.
Estaban todos con las hormonas revolucionadas –efecto generalizado sobre la mayoría de la población durante los cambios de estación, y en ellos: un estado permanente- y como consecuencia, durante la velada, no se habló de otra cosa que no tuviera que ver con la gula o la lujuria.
Después del café y los postres (y unas cuantas litronas de cerveza) se concursó por encontrar el lugar más insólito en el que alguien puede hacerse una paja. A juzgar por los resultados, quedó en evidencia que a los hombres nos encanta la velocidad.
El tercer puesto fue para el que confesó habérsela meneado en los baños de un tren de alta velocidad entre Madrid y Sevilla a 175 kilómetros por hora. Cuando le llegó su turno en la cola de los baños, el susodicho entró, se bajó los pantalones y pim'pam/pim'pam mientras que el paisaje andaluz se desdibujaba a través de la ventana.
Yo ocupé el segundo lugar con una velocidad de crucero de 960 kilómetros por hora en un Boeing 727. El triunfo se lo debo a que mi historia no tuvo lugar en el baño, sino debajo de una manta de cuadros de esas que le dan a uno las azafatas.
El ganador triunfó por unanimidad y aunque la velocidad de su hazaña la desconocemos, es sin duda alguna el más osado de todos. Aquella noche, mi amigo, aquel que parece sacado de una de esas películas en blanco y negro, nos confesó a todos los ahí presentes, su extraño hábito de sacudírsela en el ascensor del edificio en el que vive. Así como lo oyen. Decía que tenía que ser rápido hasta de reflejos, pero que entre eso y el espejo de cuerpo entero, lo encontraba de lo más divertido.
4 Comments:
¡El pornoascensor! ¿Y tú con quién estabas debajo de la manta eins?
Para mi primer comment y mira qué warrerida...
Telecine,
tu debut en elnumerouno y también mi primer comment; has literalmente desvirgado mi blog! Esta entrega trata de pajillas así que me temo que debajo de la manta no había mucho más.
Xabi,
ajá (asintiendo con la cabeza).Que tengas un buen viaje y que descubras cositas interesantes para contarnos en tu próximo post.
Vaya, vaya, vaya.
Muy interesante el estudio este sobre la eyaculación precoz (o veloz, mejor dicho).
¿Se conoce quien (se) corrió mejor (o más, mejor dicho)?
Lifeonmars,
no sé bien lo que entiendes por más o mejor, pero uno puede entrever que tema te interesa. Seguro que tu también eres de esos a los que nos gusta velocidad.
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