veintiseis
Un Domingo como hoy, hace cuatro semanas, mi primo Thomas y Grace, su nueva esposa, se fueron de luna de miel a uno de los destinos más lejanos y exóticos que existen: Fiyi.
En el convite de la noche anterior me entretuve saludando a mi frondoso árbol genealógico, y haciendo prometer a mis primas favoritas que nos teníamos que ver con mayor frecuencia, mientras que los asistentes a la boda no paraban de comentar asombrados, que había más invitados, más comida y más bebida que en ninguno de los eventos a los que nunca antes nadie había asistido.
Anoche, en torno a bastantes menos vituallas que en aquel festín, nos reunimos unos cuantos para celebrar un cumpleaños familiar y cumplir con nuestra promesa. Pensaba volver temprano a casa pero surgió una inusitada propuesta de Red Walter, a quien veo en contadas ocasiones, de seguir la noche con sus amigos. Siguiendo sus indicaciones, llegué al lugar pactado, y una vez dentro me presentaron uno por uno, a los extraños componentes la comitiva. Me sorprendieron en particular dos muy altas, y voluptuosas que hablaban como hombres. Qué grandes son tus amigas, dije, y Red Walter contestó, son grandes porque son mujeres que se han hecho a sí mismas.
Un par de gintocs más tarde, cuando ya me había hecho yo un lugar en el grupo, se acerca una mujer atractiva y sofisticada. Hola, me dice sonriendo, ¿te acuerdas de mí? soy Grace. A su lado, el más alto, y elegante del local: Thomas. Les pregunté por Fiyi, su nueva vida en pareja y en cuestión de minutos la conversación se había extinguido. Recurrí a Red Walter para oxigenar un poco la situación, quien tras cuatro monosílabos no tuvo mejor ocurrencia que introducir a sus, nuestros, singulares acompañantes.
Me tomó aproximadamente tres cuartos de hora sintetizar en una sola frase una explicación verosímil; para entonces, Grace y Thomas ya no estaban. Me alegré de la lentitud en mis reacciones como nunca antes, porque anoche, por primera vez, yo fui más.
En el convite de la noche anterior me entretuve saludando a mi frondoso árbol genealógico, y haciendo prometer a mis primas favoritas que nos teníamos que ver con mayor frecuencia, mientras que los asistentes a la boda no paraban de comentar asombrados, que había más invitados, más comida y más bebida que en ninguno de los eventos a los que nunca antes nadie había asistido.
Anoche, en torno a bastantes menos vituallas que en aquel festín, nos reunimos unos cuantos para celebrar un cumpleaños familiar y cumplir con nuestra promesa. Pensaba volver temprano a casa pero surgió una inusitada propuesta de Red Walter, a quien veo en contadas ocasiones, de seguir la noche con sus amigos. Siguiendo sus indicaciones, llegué al lugar pactado, y una vez dentro me presentaron uno por uno, a los extraños componentes la comitiva. Me sorprendieron en particular dos muy altas, y voluptuosas que hablaban como hombres. Qué grandes son tus amigas, dije, y Red Walter contestó, son grandes porque son mujeres que se han hecho a sí mismas.
Un par de gintocs más tarde, cuando ya me había hecho yo un lugar en el grupo, se acerca una mujer atractiva y sofisticada. Hola, me dice sonriendo, ¿te acuerdas de mí? soy Grace. A su lado, el más alto, y elegante del local: Thomas. Les pregunté por Fiyi, su nueva vida en pareja y en cuestión de minutos la conversación se había extinguido. Recurrí a Red Walter para oxigenar un poco la situación, quien tras cuatro monosílabos no tuvo mejor ocurrencia que introducir a sus, nuestros, singulares acompañantes.
Me tomó aproximadamente tres cuartos de hora sintetizar en una sola frase una explicación verosímil; para entonces, Grace y Thomas ya no estaban. Me alegré de la lentitud en mis reacciones como nunca antes, porque anoche, por primera vez, yo fui más.
3 Comments:
no sabía ni que fiyi existía. pensé que era una invención del cine americano. desde luego los nombres thomas y grace son lo más. en el cine estarían interpretados por clive owen y nicole kidman.
mal; es genial que te resulten sugerentes los nombres. Y en el otro bando quién? (yo ya tengo mis nominados)
Xabi; te quiero ver ya, ya, comentando la nueva entrada.
Publicar un comentario
<< Home