domingo, julio 16, 2006

arepa

En el país de donde vengo, además de ser un término coloquial para designar el sexo de una fémina, es un pan hecho a base de maíz con el que es típico acompañar el café a la hora del desayuno.

A decir verdad, la comida criolla no es algo que extrañe especialmente. Echo de menos a mi gente y el olor que emana de la tierra cuando llueve, entre otras muchas cosas, pero esto primero a mi madre le preocupa porque piensa que es un inequívoco síntoma de desarraigo, y con frecuencia me abastece con una docena de ellas.

Y como conoce mi debilidad por la gastronomía castellana, seguramente tendrá la conciencia más tranquila al pensar que, si una mañana de domingo su único hijo soltero se desayuna un chorizo picante o una morcilla burgalesa, no sea por falta de arepas.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

cuantos 'double meanings'. creo que no queda ninguna duda de que eres más partidario de las morcillas y los chorizos que de las arepas.

17/7/06 12:49  
Anonymous Anónimo said...

Vas a hacer que las arepas me pongas arrecho, con lo ricas que están...

17/7/06 23:58  
Blogger uno said...

Es verdad, mal, que al releerla, he visto que la entrada me ha quedado un tanto explícita. Y ni se diga de lo que pensarán por allá en el platanal cuando lean el comentario de don tele.

Pero como anadaba un poco cosmoponihilista, pensé que una dosis de humor nos vendía bien a mí y al blog.

Ahí seguimos!

18/7/06 01:44  

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