jueves, septiembre 18, 2008

carta a Lecoq

querido jacques,


la Primera vez que oí habalar de tí fue en un taller de Clown que hice con Andrés del Bosque en la carpa de Circo de la Casa de Campo en Madrid. Por aquel entonces ya yo bailaba claqué para la Compañía Contaptoe y buscábamos en aquel taller herramientas para hacer un montaje


el proceso de la compañía tomó otros derroteros y mi búsqueda personal me independizó del grupo mientras me acercaba a la música y al entendimiento del claqué en este contexto: es decir, como un instrumento de percusión. Viajé a Nueva York para recibir la información directamente de aquellos que habían conocido a los maestros, y además de nuevos ritmos y nuevas combinaciones de pasos, aprendí a improvisar. Comprendí también que en su orígen, los elementos fundamentales son claros y sencillos


al regresar a España me instalé en Barcelona porque es donde está la comunidad de claquetistas más sólida de Europa y en el tiempo que he pasado aquí he zapateado más que nunca. También he visto bailar a los mejores, y sin embargo he empezado a aburrirme porque el claqué se está convertiendo en algo demasiado específico y ha dejado de acercarme a todo aquello que me inspira


recientemente he entrado en contacto con tu trabajo y lo que me ha entusiasmado es que he reconocido en él una fuente de recursos y herramientas para que cada uno pueda contar su historia


saluditos desde Barcelona


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