setenta y tres
Todo iba demasiado bien para ser verdad. Un par de llamaditas ayer por la tarde bastarían para desviar el rumbo que llevaba hasta ahora. Y era de suponer –tonto de mí- que con la visita a Madrid de Roxie este fin de semana, mi rutina tendría que variar ligeramente en los días que se avecinan.
Pero nada que temer: salgo ahora mismo en mi velocípedo a resolver un par de temas que ocuparán lo que queda de mañana y con un poco de suerte estaré de vuelta por la tarde para sacar unas horas de trabajo.
Pero nada que temer: salgo ahora mismo en mi velocípedo a resolver un par de temas que ocuparán lo que queda de mañana y con un poco de suerte estaré de vuelta por la tarde para sacar unas horas de trabajo.
1 Comments:
Xabi, sobretodo gracias por tus visitillas incondicionales. Y todo esto no tiene mayor importancia, es sólo un juego; pero tú sigue leyendo a ver si averiguas más cosas.
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