viernes, abril 28, 2006

sesenta y tres

Ayer por la tarde no tenía intención de revelarle a Manuela que últimamente aparece en mi sueño de La Persecución, pero cuando, a raíz de algo que me estaba intentando explicar, dijo que bastaba con encontrar la puerta correcta y pasar a través de ella, no pude evitar contarle que en mi sueño es ella quien me encamina hacia la salida.

Tras un paseo por el centro, me uní a El Auténtico Walter, que estaba tomando el té en la guarida de Walter O´Donell y al cabo de un rato terminaríamos la tarde al aire libre tomando un piscolabis en compañía de Lucky Walter, Walter Wilde y alguno más.

Después de todo, hoy he amanecido bastante mejor.

jueves, abril 27, 2006

sesenta y cuatro

Al día de hoy le corresponden ejercicios espirituales variados para asimilar el encuentro de ayer en el que Los Emperadores dejaron claro que no me lo van a poner nada fácil.

El del Sombrero mostró algo más condescendiente, pero El del Bigote no paró de infringir el protocolo para cuestionar decisiones que fueron aprobadas por todos hace ya más de un año. Y eso no puede ser.

Hay tres encuentros más, previstos antes de la reunión final, y hasta entonces tendré que moler a destajo si quiero sacar este proyecto adelante. Y voy a hacerlo.

miércoles, abril 26, 2006

sesenta y cinco

Ya estaba yo en la ducha cuando sonó el despertador esta mañana.
El ritual de higiene continuó con una limpieza de oídos, corte de uñas, afeitado, y un peinado clásico con la raya al lado que siempre da impresión de seriedad.
La cita con Los Emperadores está prevista para las siete de esta tarde.

martes, abril 25, 2006

sesenta y seis

El papel de anfitrión de Roxie consumió toda mi atención en los últimos días y me ha servido para saber lo difícil que es subsistir siendo un artista tra(n)seuropeo y advertir los peligros de pasar demasiado tiempo solo.

La experiencia fue enriquecedora porque no siempre se tiene la oportunidad de visitar la frontera entre un ser humano que opera a su velocidad límite y un autista.

Después de unos días de dispersión, vuelvo con ganas, y con la certeza de que sesenta y seis días bien aprovechados son suficiente para cerrar mi ciclo.

jueves, abril 20, 2006

setenta y uno

Una jornada que empieza sin ningún pendiente que resolver es directamente proporcional a un buen día de trabajo.

Después de revisar la producción y de dejar planteada la jornada de hoy, llegué impuntual al encuentro previsto con Anina y La Miringola ayer por la noche. Los tres veníamos con cara de día raro, pero nada más sentarnos, resolvimos entre todos las tragedias individuales que cada cual contó en su turno correspondiente, y a partir de ahí todo fue reir y rajar.

No logré convencerlas de que me acompañaran a un chuzo cercano donde cada miércoles tiene lugar una descarga de las buenas. Anoche había poca gente y una atmósfera familiar que llegó a su punto más álgido cuando los vientos tocaron un arreglo lindísmo de una canción de Miguel Matamoros cuya letra dice así:

Aunque tú me has echado en el abandono
aunque ya se han muerto todas mis ilusiones
en vez de maldecirte con justo encono
en mis sueños te colmo, en mis sueños te colmo de bendiciones.

Sufro el dolor inmenso de tu partida
lloro, lloro el dolor profundo de tu extravío
y lloro sin que tú sepas que el llanto mío
tiene lágrimas negras, tiene lágrimas negras
como mi vida.

Con el buen recuerdo de ayer y los astros a mi favor, me pongo con lo mío.

miércoles, abril 19, 2006

setenta y dos

Mi optimismo y la buena noticia de que Walter² pasará a mejor vida en menos de tres semanas, hace que las condiciones de navegación para el día de hoy sean más que favorables: motores a plena potencia y unas ganas inmensas de seguir avanzando con todo esto.

La fase resolutiva por la que atravieso en este momento me ayudó a solucionar los chicharrones que fueron surgiendo ayer, encadenados, en el transcurso del día, y como consecuencia del período altruista por el que pasé hace unos meses.

La jornada heroica acabó con un paseo vespertino por El Retiro en compañía de El Ligero y Fresco Walter.

Con el regreso de los Cosmopodernistas y la postergación de la cita con los Emperadores –no sé si para bien o para mal, porque en definitiva la cuenta atrás no cesa- empieza otro día.

martes, abril 18, 2006

setenta y tres

Todo iba demasiado bien para ser verdad. Un par de llamaditas ayer por la tarde bastarían para desviar el rumbo que llevaba hasta ahora. Y era de suponer –tonto de mí- que con la visita a Madrid de Roxie este fin de semana, mi rutina tendría que variar ligeramente en los días que se avecinan.

Pero nada que temer: salgo ahora mismo en mi velocípedo a resolver un par de temas que ocuparán lo que queda de mañana y con un poco de suerte estaré de vuelta por la tarde para sacar unas horas de trabajo.

lunes, abril 17, 2006

setenta y cuatro

Vengo de ver a mi madre. Anoche cenamos juntos y me contó lo mucho que había disfrutado de sus vacaciones de Semana Santa. Como estábamos muy relajados, después de cenar nos pusimos a ver cualquier cosa en la tele a medida que se hacía cada vez más tarde. Se estaba tan bien que decidí pasar la noche ahí, cosa que no hago muy a menudo desde que dejamos de vivir juntos y que sé que a ella, aunque intente disimularlo, le hace ilusión.

Esta mañana, sólo después de resintonizar los canales de la tele, clavar una pata al sofá del salón, oir cuatro veces que no arrastrara los pies, bajar dos cajas al trastero, cambiar el agua a los agapornis y colgar un espejito en el baño, pude por fin escapar, no sin antes pedirme que aprovechando el viaje hasta aquí, me acercara a su banco en un momentico a consignar un cheque en su cuenta.

Como en el fondo no me suponía mucho jaleo, accedí y eso me dio derecho a recompensarme en el bar de la esquina desayunando lo de siempre mientras pensaba en la agradable sensación de cuando todo empieza otra vez.

domingo, abril 16, 2006

setenta y cinco


Mientras que la mitad de los madrileños celebra el día de la Resurrección atrapados en un embotellamiento propio de la Operación Retorno y la otra mitad en La Latina, tomando unas cañas bajo el sol primaveral; para mí, hoy, es un día más en la recta final.

Después de pasarme la tarde de ayer esbozando un nuevo documento, como a eso de las siete bajé al tanque a ejercitar los músculos de las sienes para abajo. Mil quinientos metros y una hora y media más tarde estaba sentado en un café mientras que el El Auténtico Walter, entre unas cosas y otras, me leía la cartilla. Es cierto que tiene mucha razón en lo que me dijo, pero también es verdad que a mí me produce bastante pudor -por no decir otra cosa- ese territorio en el que nos movemos últimamente y que a él le gusta llamar una relación gestáltica. Como buenos/viejos amigos que somos, encontramos rápidamente la manera de reconciliarnos, y acto seguido nos movilizamos a la guarida de Walter O´Donell donde acabaríamos la noche conversando distendidamente en compañía de El Primo Walter, Walter J, Lucky Walter, y otras fieras.

Volví a mi casa más bien tirando a temprano. Me acosté y estuve hasta más bien tirando a tarde, rodando de un lado para el otro de la cama sin poder sacarme de la cabeza lo que me había dicho mi buen amigo.

Pero he seguido con el ejemplo del Señor que hace dos mil seis años resucitó un Domingo como este para continuar con todas las cosas que le quedaban por hacer.

sábado, abril 15, 2006

setenta y seis

Desde que me falta la respiración cada vez que miro el calendario con los días que me quedan, he decidido sutituir el café matutino por una taza de té que me permite hacer inhalaciones y conseguir que el oxígeno me llegue hasta los pulmones.

Los teléfonos no pararon de sonar a lo largo del día de ayer. Por un lado llamadas del extranjero de amigos con los que hacía tiempo no hablaba y por otro, llamadas locales variadas proponiéndome diversidad de planes a los que me costó decir que no. Después de comer y cuando todo parecía haber vuelto a una presunta armonía, una llamada de emergencia de Walter² me obligó a desplazarme al Paquebote para sacarle de un apuro. Ahí estaba todo el mundo trabajando en una atmósfera de equilibrio imperfecto que me motivó a regresar raudo a mi lugar de trabajo a ponerme con lo mío.

Hoy un poquito más. Dejaré reposar lo que he estado haciendo y atacaré por otros flancos. Pasado mañana contrastaré lo que tenga para decidir qué llevar a la cita del Miércoles, y ponerme a prepararlo.

viernes, abril 14, 2006

setenta y siete

La jornada de ayer fue fructífera. No como para tirar cohetes, pero nada mal para empezar. Cuatro días más como este adelantando trabajo y el Miércoles que viene tendré material suficiente para ir a ver a los Emperadores a que me den su opinión de cómo vá esto.
Para relajarme un poco, a las ocho me cambié y me acerqué a ver a Ginger a Érase Una Vez La Mujer. Tras la función quise invitarla a tomar algo y comentar lo bonito que me había parecido todo, pero estaba de afán y se fué. Entonces aproveché la inercia para darme un voltio por el encuentro de Walteres que había organizado en su casa El Auténtico Walter.
Poco después estaba dando vueltas en la cama, dándole vueltas a todo lo que voy a hacer hoy.

jueves, abril 13, 2006

setenta y ocho

Hoy empiezan las vacaciones de Semana Santa y yo he decidido, voluntariamente, quedarme aquí para coger impulso en la recta final. El primer plazo fue el tres de marzo, y me lo salté. El siguiente el cinco de mayo y a estas alturas está claro que no llegaré. Sólo me queda el treinta de junio si quiero que todo esto acabe antes de las vacaciones verano.
Le he dado vueltas a la posibilidad de olvidarme de los plazos y tomarme el tiempo que necesite para terminar con todo esto, pero parece ser que así podría seguir indefinidamente y no es plan.Uno tiene que establecer prioridades y ahora mismo, la mía, es concluir esta empresa y embarcarme en el proyecto de otra vida, la vida real.
En los setenta y ocho días restantes dirigiré -qué onomatopéyico mantra me se ha ocurrido: dirigiré'dirigiré'dirigiré- toda mi energía en acabar con esto de la mejor manera posible. Lo importante entonces no será cómo: el objetivo principal es llegar al final.

lunes, abril 10, 2006

diverespecificación

La Revolución Tecnológica ha dado paso a La Era Digital y tanto la accesibilidad a la información, como la velocidad a la que ésta fluye ha aumentado considerablemente, modificando la estructura del conocimiento y diversificando los mecanismos de poder.

El mercado actual está plagado de artilugios especializados –que si una herramienta para que los varones nos afeitemos los kiwis, una cámara digital sumergible que brilla en la oscuridad o unos cereales de papa con sabor a pudín de fresa con un bajo contenido en calorías- con posibilidad, incluso, de tunearlos, para que cada uno construya su paraíso a medida.

El fenómeno es extrapolable al terreno de lo personal y en la misma medida han aumentado, y menos mal, las posibilidades de relacionarse con otras personas de intereses afines: que si bares de oxígeno, fiestas de Petro Rop, y Knitting Pubs, por no hablar de un ciberespacio, a primera vista sin límites, en el que a golpe de ratón podemos contactar con cualquiera, y en un pis’pas, a través de un chat, foto/blog, foro, o website, escarbar en su/nuestra faceta más intrépida.

Hasta aquí todo bien con la diverespecificación, pero ¿no llegará un día en que, rodeado de chécheres y especialistas tenga uno la sensación de que nada ni nadie es verdaderamente especial?

Habrá que ver.


lunes, abril 03, 2006

más cosmopodernismo



A pesar de que –como todos sabemos- Policarpa Rauhut ha cesado no sólo de llevar las riendas, sino de habitar la Comuna Urbana que fundó bajo el nombre de Doctelo, es sabido que la visita con frecuencia para conocer la evolución de la misma.

Como fruto de sus fugaces apariciones y en colaboración con otros comuneros en activo, resultan curiosas piezas aisladas que revindican el sólido posicionamiento que siguen teniendo los Real Cosmopodernistas frente a las últimas tendencias del Arte Parasitario Metropolitano.

En esta ocasión, y gracias a la impecable ejecución de la la jóven promesa Gogore Azdi, uno se llena de emoción al presentar una pieza recientemente dedicada a esta publicación.

Con ustedes elnumerouno.